En este texto la autora hace un llamado para unirnos a una campaña por la correcta medicalización de los enfermos de SIDA y cáncer. Brito de Martí da cuenta que las medicinas contra el cáncer y el SIDA presentan precios no accesibles para toda la población, sobre todo tomando en cuenta que el país tiene setenta millones de pobres sin acceso a medicamentos. La industria farmacéutica continúa con un apresurado enriquecimiento bajo el pretexto de recuperar las inversiones en investigación, pero se ha dicho que la recuperación se da en tres años y no en veinte como marca la ley. Impulsar la disminución del precio de estos, y otros medicamentos recomendados para enfermedades tratadas por el resto de la vida, mejoraría la calidad de vida de la población con SIDA, cáncer, presión alta, enfermedades cardiacas, depresivas y diabetes.

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