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Se analizaron la frecuencia, gravedad, respuesta y efecto del acoso para una muestra de 138 mujeres que trabajan principalmente en trabajos no calificados en la industria automotriz. Se formuló la hipótesis de que estos estarían relacionados con varias características sociales y relacionadas con el trabajo: específicamente el bajo estado social del trabajo o la baja representación numérica en un área de trabajo. Nuestro análisis encontró que las mujeres negras, solteras o jóvenes (menores de 25 años), o aquellas con bajo estatus laboral, o que trabajaban en un área donde las mujeres eran una minoría considerable, tenían más probabilidades de ser objeto de acoso frecuente. Las mujeres negras, o aquellas que eran una minoría considerable en un área de trabajo, también eran propensas a ser severamente hostigadas. La respuesta al hostigamiento, sin embargo, no estaba relacionada ni con las características sociales ni con las relacionadas con el trabajo. En otras palabras, las mujeres que son objeto de acoso no responden de manera diferente que las mujeres que son hostigadas con menos frecuencia o más severamente. Se encontraron varias consecuencias del acoso sexual. Los sentimientos hacia los compañeros de trabajo y los supervisores se vieron afectados negativamente por el acoso; la satisfacción laboral general, los sentimientos de competencia laboral y las aspiraciones de movilidad laboral no se vieron influidas. Finalmente, hubo alguna evidencia de que el hostigamiento se generalizó más allá del lugar de trabajo: las mujeres acosadas reportaron una baja autoestima y experimentaron una menor satisfacción con la vida global.

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