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Es lamentable que el Presidente Fox haya nombrado como secretario del Trabajo a un individuo que no tiene ni la menor idea de lo que requiere un país como el nuestro para introducir equidad entre mujeres y hombres en el mundo laboral. Carlos Abascal ofrece, en su discurso oficial del Día de la Mujer Trabajadora, una penosa retahíla de prejuicios. Que el trabajo doméstico no remunerado a cargo de las mujeres subsidie la producción para el mercado y produzca oportunidades diferenciadas entre mujeres y hombres en el mercado laboral. A Abascal le angustia, y le enoja, la "masculinización" de las mujeres. Antes las mujeres se sacrificaban en aras de la familia; hoy están cambiando su proyecto de vida. Las trabajadoras necesitan que Fox cumpla su compromiso de tener un gobierno con perspectiva de género.

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