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En este texto expone ampliamente como las mujeres tomaron conciencia de los problemas de la sociedad a la que pertenecen y cómo es que cada vez más se lanzaron a luchar por sus derechos de manera organizada y alcanzar la igualdad de derechos desde 1789. Afirma que “el problema de la mujer ha cobrado sus proporciones justas, al caracterizarse como un problema de orden social que, mientras no reciba solución, habrá de desequilibrar involuntariamente, por fuerza de la inercia, la estabilidad del mundo.” Reconoce que el feminismo ha sido parte importante en esta lucha y que el “el feminismo de hoy no tiene más carácter político que el que le imprime la marcha política del mundo.” Cabe mencionar, que Amalia Castillo manifestándose como partícipe a esta lucha que le ha tocado intervenir de manera directa en la transformación jurídica internacional en beneficio de la condición de la mujer del mundo y en la búsqueda de la justicia y la igualdad: “En los principios de mi interés por esta noble causa, segui la veta luminosa del feminismo con atención y ofrendando mi modesta cooperación internacional.”Una lucha por la igualdad de los derechos para las mujeres, y más tarde por el reconocimiento de su ciudadanía, que rememora, reconociendo a las mujeres que hicieron posible las victorias, como la serie de cambios y rumbos que ha tomado. La autora expresa que esta lucha, incluso en México, aún no han sido llevadas a cabo “Las peticiones fervorosas hechas por estas mujeres hace casi medio siglo, todavía no son atendidas a pesar de la conexión cívica siempre vigilante y levantada de la mujer mexicana”, pero afirma “Tengo fe en la clarividencia de los hombres del gobierno que prometen justicia”.

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