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Artículo de revista

El texto de Eli Bartra habla de las repercusiones que han tenido los movimientos feministas en la política institucionalizada, sobre todo el movimiento feminista de la nueva ola que se desarrolló en México en los años setenta. Es desde 1953, con Adolfo Ruiz Cortínez que la mujer en México gana su derecho de votar y ser votada dentro de las elecciones “democráticas”, no obstante a pesar de ser una condición necesaria no es suficiente para un cambio en la condición de la mujer, a la que tradicionalmente se le ha separado de la vida política pública, y quien ha tenido que sufrir problemas de salud pública, alimentados de aspectos morales e ideológicos, tales como el aborto ilegal. Para remediar la condición política de la mujer Bartra propone hacer política a partir de la realidad que viven las mujeres (maternidades forzadas, ejercicio del poder masculino sobre ellas, etc.) a modo de una lucha que pase a través del cuerpo y mediante una verdadera educación sexual que se preocupe por el gusto y el placer. Evitando el enfoque masculino podemos generar un discurso no androcéntrico, sino de las mujeres, por ellas y para ellas, dejando claros los términos de lucha feminista, tales como: aborto, violación, defensa de mujeres golpeadas y maternidad no forzada.