Política y filosofía feminista / Graciela Hierro Pérez-Castro.
Tipo de material:
Archivo de ordenadorMéxico, 2001Descripción: 1 recurso en línea (5 páginas)Tipo de contenido: referencia Tipo de medio: computadora Tipo de portador: recurso en líneaTema(s): Feminismo | PolíticaTambién disponible en: Enlaces. Revista de ciencias sociales y humanidades, Universidad Autónoma de Puebla, núm. 1, julio-septiembre, México, 2001. pp. 45-49.
En: Mujeres y siglo XXI, Escuela Nacional de Trabajo Social-UNAM, núm. 4, Invierno, México, 2001Tema: La opresión que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia, se generó gracias a la apropiación de la sexualidad y la reproducción femenina por parte de los hombres; asimismo esta opresión se inicia cuando un determinado grupo de hombres asume el control sobre el resto, lo que ha sido denominado patriarcado. Partiendo de lo anterior, la autora señala que se han establecido dos formas de relación política: dominancia y participación. En el primer caso las jerarquías políticas se legitiman a través de la fuerza; por otro lado, la participación acepta las opiniones de ambos géneros con la finalidad de llegar a un consenso. Retomando el aspecto del patriarcado, Hierro refiere que éste se estableció como una nueva estructura tras desplazar a la cultura matricéntrica, controlando así, no sólo la naturaleza, sino también a la mujer. El control anteriormente mencionado, no fue producto de la diferencia biológica, sino más bien de lo psicológico, social y político. Sin embargo, como la autora afirma, este control de lo masculino sobre lo femenino, no se ejerció haciendo uso de la fuerza; sino más bien generando que dentro de la relación interpersonal entre ambos sujetos, la víctima asume su posición de inferioridad como algo natural. Hierro refiere que esta condición de inferioridad, se apoyó de dos acciones: la separación de las mujeres y la ruptura del vínculo entre la madre y los hijos; ambos elementos fueron reformulados por el patriarcado generando una fragmentación de las mujeres y arrebatando la centralidad de la relación madre-hijo, convirtiendo a ambos personajes en la carga del otro. Ante la problemática anterior, el feminismo representa una alternativa viable con alcance universal, estableciendo que ambos géneros son iguales y legitimando las diferencias como individuos, siguiendo una lógica del placer.
| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Clasificación | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | Reserva de ítems |
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Feministas Mexicanas
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Feministas Mexicanas Feministas Mexicanas | General | 1 | Estantería cerrada | F15-174 |
Acceso gratuito
Reproducción electrónica
Artículo de revista
La opresión que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia, se generó gracias a la apropiación de la sexualidad y la reproducción femenina por parte de los hombres; asimismo esta opresión se inicia cuando un determinado grupo de hombres asume el control sobre el resto, lo que ha sido denominado patriarcado. Partiendo de lo anterior, la autora señala que se han establecido dos formas de relación política: dominancia y participación. En el primer caso las jerarquías políticas se legitiman a través de la fuerza; por otro lado, la participación acepta las opiniones de ambos géneros con la finalidad de llegar a un consenso. Retomando el aspecto del patriarcado, Hierro refiere que éste se estableció como una nueva estructura tras desplazar a la cultura matricéntrica, controlando así, no sólo la naturaleza, sino también a la mujer. El control anteriormente mencionado, no fue producto de la diferencia biológica, sino más bien de lo psicológico, social y político. Sin embargo, como la autora afirma, este control de lo masculino sobre lo femenino, no se ejerció haciendo uso de la fuerza; sino más bien generando que dentro de la relación interpersonal entre ambos sujetos, la víctima asume su posición de inferioridad como algo natural. Hierro refiere que esta condición de inferioridad, se apoyó de dos acciones: la separación de las mujeres y la ruptura del vínculo entre la madre y los hijos; ambos elementos fueron reformulados por el patriarcado generando una fragmentación de las mujeres y arrebatando la centralidad de la relación madre-hijo, convirtiendo a ambos personajes en la carga del otro. Ante la problemática anterior, el feminismo representa una alternativa viable con alcance universal, estableciendo que ambos géneros son iguales y legitimando las diferencias como individuos, siguiendo una lógica del placer.
También disponible en: Enlaces. Revista de ciencias sociales y humanidades, Universidad Autónoma de Puebla, núm. 1, julio-septiembre, México, 2001. pp. 45-49.
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