La filosofía feminista. La ética feminista de la diferencia sexual, el tema de nuestro tiempo / Graciela Hierro Pérez-Castro.
Tipo de material: Archivo de ordenadorMéxico, 2003Descripción: 1 recurso en línea (8 páginas)Tipo de contenido: referencia Tipo de medio: computadora Tipo de portador: recurso en líneaTema(s): Feminismo | Filosofía En: Día internacional de la filosofía. México, AFM/UNAM, 2003Tema: El feminismo se presenta como una alternativa filosófica para cuestionar y desarticular el lenguaje y la sociedad patriarcal. Hierro señala, que a su vez es un nuevo contrato sexual, el cual se establece a partir de la racionalidad del papel de ambos géneros; lo anterior surge gracias al apartamiento del biologismo del sexo, proponiendo la palabra género como una categoría de análisis que permita repensar la diferencia. Ante la predominancia cultural del lenguaje patriarcal, la voz femenina queda suprimida, siendo lo masculino lo único “digno” de significación. Ante lo anterior, la autora propone el empoderamiento de la diferencia femenina deconstruyendo la cultura. Esta deconstrucción debe iniciar mediante el cuerpo, no por lo visible o lo biológico, sino más bien, desde la superficie que se construye a través de la subjetividad con identificaciones múltiples del lenguaje, las prácticas. Partiendo de ello, se propone la construcción de un nuevo lenguaje femenino, el cual sea específico para la política y la escritura, mismo que parta desde un cuerpo de mujer.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Clasificación | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | Reserva de ítems |
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Feministas Mexicanas | Feministas Mexicanas Feministas Mexicanas | General | 1 | Estantería cerrada | F15-150 |
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Reproducción electrónica
Capítulo de libro
El feminismo se presenta como una alternativa filosófica para cuestionar y desarticular el lenguaje y la sociedad patriarcal. Hierro señala, que a su vez es un nuevo contrato sexual, el cual se establece a partir de la racionalidad del papel de ambos géneros; lo anterior surge gracias al apartamiento del biologismo del sexo, proponiendo la palabra género como una categoría de análisis que permita repensar la diferencia. Ante la predominancia cultural del lenguaje patriarcal, la voz femenina queda suprimida, siendo lo masculino lo único “digno” de significación. Ante lo anterior, la autora propone el empoderamiento de la diferencia femenina deconstruyendo la cultura. Esta deconstrucción debe iniciar mediante el cuerpo, no por lo visible o lo biológico, sino más bien, desde la superficie que se construye a través de la subjetividad con identificaciones múltiples del lenguaje, las prácticas. Partiendo de ello, se propone la construcción de un nuevo lenguaje femenino, el cual sea específico para la política y la escritura, mismo que parta desde un cuerpo de mujer.
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